Aceite de nueces ECOLÓGICO - Lata rectangular 250 ml


Aceite de nueces ECOLÓGICO - Lata rectangular 250 ml

El Aceite de Nueces LA CANENERA tiene un 74% de ácidos grasos poliinsaturados, un 15% de ácidos grasos monoinsaturados, y un 10% de ácidos grasos saturados, además de una alto contenido en Vitamina E (alfa-tocoferol), 10,80 mg/100g.

Su uso exclusivo como COSMÉTICO está muy recomendado todo tipo de pieles, aplicándose con ligeros masajes para hidratar. Es ideal también para las uñas y para el cabello, por su alto contenido en Vitamina B, al contribuir a su crecimiento y fortalecimiento.


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OBTENCIÓN:

El ACEITE DE NUEZ LA CANENERA se obtiene por procesos mecánicos a partir de la molienda de la nuez en grano (variedad Chandler y Howard), sin añadir ningún tipo de sustancia más, ni conservantes ni colorantes. 100% aceite de nueces.

COMPOSICIÓN:

Dependiendo de las condiciones de cultivo y producción, los contenidos grasos de las nueces pueden variar. Pero en general el aceite de nuez es rico en ácidos grasos monoinsaturados en forma de ácido oleico, omega-9 (del 15 a 23%) y omega-3 en forma de ácido alfa linolénico (12 a 15%). Y una mayor proporción de ácido linoleico que es un tipo de omega 6 (aproximadamente un 55%).

Además, tiene ácido esteárico y ácido palmítico, vitaminas (A, E, K1), sales minerales, oligoelementos, fitoesteroles y polifenoles. Esta composición naturalmente rica en ingredientes activos y en nutrientes esenciales hace que el aceite de nuez tenga importantes aportes para la salud. Destacan sus propiedades antioxidantes, hidratantes, nutritivas y regeneradoras.

USO:

El aceite de nuez es bastante parecido al aceite de almendras, con la diferencia de que es más ligero y se absorbe antes. Por ello es muy útil como aceite de masaje, para aplicar en cualquier parte del cuerpo.

Si quieres usarlo en el rostro, es mejor combinarlo con tu crema, añadiendo una o dos gotas, cuando notes la piel seca o en días muy fríos, para evitar la deshidratación.

En el cabello, puedes aplicarlo solo, de medios a puntas, o añadiendo unas gotas a tus productos habituales: champú, acondicionador o mascarilla.

En las cutículas, úsalo solo, igual que en zonas muy resecas del cuerpo, por ejemplo, los talones o los codos. No  se necesita aplicar demasiada cantidad para disfrutar de sus beneficios.